Perspectiva
Por: Rodolfo Becerril Straffon
Escocia dijo no a la separación del Reino Unido en una consulta por demás importante, no sólo por sus efectos en Inglaterra y en la propia comunidad europea, sino porque en otros lugares se observó con el mayor interés. En especial en Cataluña en la que se llevará a cabo un referéndum el 9 de noviembre para decidir si se separa de España. En este caso el procedimiento es inconstitucional ya que la constitución considera que las 17 autonomías que constituyen al país son indisolubles. En caso de que los catalanes digan sí, el resultado no será vinculatorio pero si simbólico de la existencia de vientos separatistas por doquier. El caso de Ucrania de querer separarse del ámbito ruso en lo económico es otro ejemplo. Pero hay otros. Los venecianos quieren constituir la República Independiente de Venecia y en Bélgica, la región de Flandes quiere hacer lo propio. Aquí, la reforma política del Distrito Federal para constituir a la ciudad de México en un estado más con sus municipios y cabildos, y para que tenga su Congreso en vez de asamblea y una Constitución en vez del estatuto que la regula, es un signo, tengan o tengan razón sus promotores, de esos vientos.
No podíamos quedarnos atrás en Morelos. Los municipios con importante población indígena también se encaminan a separarse o por una petición popular o por una intención política de quien ha propuesto su autonomía o algo parecido. Cada separación tiene su contexto y sus causas. Trátese de las que se perfilan en Europa como las que se anuncian en nuestro país. En este tipo de temas es donde debería operar el referéndum. ¿Quiere cada población de cada lugar realmente independizarse o es sólo una bandera de élites o de los gobiernos que quieren quedar bien con algunos grupos o utilizan esa bandera para demostrar un talante que no tienen? La presidenta del Congreso de Morelos, Lucia Meza, declaró que habría que analizar si Tetelcingo, actualmente perteneciente al municipio de Cuautla, cumple o no los requisitos que la ley mandata para constituirse en Municipio. Los indígenas que se asentaron en Tetelcingo fueron trabajadores en las haciendas de San Pedro Mártir y Calderón hasta los primeros años del siglo XIX y hasta 1914 quedaron sujetos al ingenio de Casasano. De entonces a la fecha mucha agua ha corrido debajo del puente.
Suponiendo que sí, Cuautla se verá afectada seriamente, como le hubiera pasado a Gran Bretaña si los escoceses separatistas se hubieran salido con la suya. En todo caso allá fue una decisión colectiva por encima de los órganos de representación popular. ¿Lo es aquí? Tetelcingo, ciertamente continua siendo un pueblo náhuatl, étnicamente vivo que conserva sus tradiciones, su vestimenta, sus fiestas y que tiene una importancia económica no sólo por su actividad agrícola sino porque ahí se asientan un número considerable de fraccionamientos urbanos que por concepto del impuesto predial tributan al municipio de Cuautla. Una separación tendría efectos de distinta naturaleza y habría varios intereses que se afectarían, tanto en Tetelcingo como en Cuautla. Tiene razón la diputada Meza al considerar que la propuesta debe revisarse cuidadosamente y verificar si los requisitos formales se cumplen. Pero más allá de ello habría realmente de preguntarle a la población si quiere esa separación o sólo se le está haciendo el juego a algunos. No parece conveniente que nos dejemos contagiar por esos vientos separatistas que si bien son una protesta contra las administraciones centrales pueden encontrar otros cauces y a través de ellos el desarrollo de esas comunidades.
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