¿Y USTED, COMO AMANECIÓ HOY?

ESTRATEGIAS

Jesús Castillo

Hoy, muchos morelenses amanecieron eufóricos porque consideran que Cuauhtémoc Blanco es garantía de triunfo sobre el gobierno tirano; muchos otros están desilusionados porque consideran que no se trata solamente de ganar, sino de poner a un candidato idóneo. Algunos están tan enojados que juran no votarán ni por AMLO ni por Cuauhtémoc. Los de otros partidos y/o críticos del sistema azuzan a los morenistas a rebelarse contra la imposición del centro.

 

Otros tantos están desconcertados. Están seguros de votar por AMLO, pero consideran que un buen candidato es el rector, que va por un partido «chiquito», y no Cuauhtémoc. Son «idealistas», fieles al nuevo Mesías Alejandro Vera, aunque con ese voto pudieran favorecer a Rodrigo Gayosso, quien espera ansioso que se siga dividiendo lo más posible el voto, para operar con su nueva estructura, con los beneficiarios de programas sociales y con los transportistas ávidos de concesiones.

 

Otros más, los priístas de hueso colorado, siguen en la incertidumbre de no saber quién será su abanderado, y eso no es nada favorable para su causa. Y es que el hecho de que haya 9 aspirantes disputándose un mismo cargo significa que no hay un liderazgo fuerte de ninguno de ellos. Son 9 «de medio pelo» que difícilmente logrará aglutinar a las bases de un partido que lleva tres sexenios fuera del gobierno, pero que además está en constante pugna por lo poco que hay para repartirse.

 

Los panistas están peor. Lucharon durante años para llegar al poder, lo disfrutaron 12 años y lo dejaron ir. Por si esto fuera poco la salida de Margarita Zavala los terminó de fracturar.  El que encabezaba las encuestas para buscar la candidatura a gobernador renunció a esa posiblidad y prefirió buscar la alcaldía aunque pareciera ser un contrasentido avanzar hacia atrás. Eso es lo que hace pensar que, aunque rechazaron la alianza con el PRD, en la práctica sí hubo un acuerdo: mandar un candidato débil a la gubernatura y a cambio el PRD-PSD manda un candidato con pocas posibilidades a la disputa por la alcaldía.

Es evidente pues que el sector votante está muy dividido.

 

A las anteriores fracciones póngale usted el porcentaje que quiera. Pero le aseguro que entre todas no logran el 50 por ciento de la población que tiene credencial de elector en el estado de Morelos.

 

Ese 50 por ciento que resta se despertó hoy como todos los días con el único propósito de trabajar para comer. No les importa quiénes sean los candidatos, odian la política y tienen credencial de elector porque les sirve como identificación para todos los trámites. No piensan votar, o si lo hacen decidirán a último momento.

 

También están los que pondrán su credencial de elector «al mejor postor».

 

Sobre todos estos últimos, los primeros van a ir a tratar de conquistarlos. Y ahí se decidirá el proceso electoral 2018, no sólo a nivel federal, sino también estatal y en los municipios.

 

Ah, y también están los que van a votar por los independientes, pero ese es un fenómeno muy difícil de pronosticar, al carecer de estructura (voto duro) y no tener antecedentes de comportamiento en las anteriores elecciones.

 

 

 

Sobre Jesús Castillo 150 artículos
Periodista con 25 años de trayectoria; Premio Estatal de periodismo 2010 y 2012. Premio Nacional de Periodismo 2013.

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